noviembre 14, 2007

EL CHIFLÓN DEL DIABLO // Autor : Baldomero Lillo

"Representación de un contra-discurso a la modernidad chilena"

En la época en que está ambientado el cuento de Lillo: “El chiflón del Diablo”, 1910 aproximadamente, había un discurso oficial en Chile que concebía al progreso indefinido como la vía hacía la producción cultural, al punto de dejar de lado la sensibilidad social, con tal de avanzar y estar en constantes cambios y mejorías a nivel económico del país. Este progreso indefinido va a producir un quiebre en las sociedades, en cuanto a valores éticos y morales, porque el hombre aristócrata estará interesado en el bien político y económico y se olvidará del aspecto social en el que vive.

Lillo está en contra de este discurso y es ahí donde se presenta su contra discurso que denuncia y que vuelve a humanizar al hombre. Es por ello que sus cuentos no pueden ser leídos solo desde el naturalismo, ni tampoco encasillarlo solo en su época (1904), sino que hay que abrirse a otros tiempos y a variadas disciplinas.

Él va mostrar los procesos sociales críticos, en los que aun viven los mineros en Lota. No va a mostrar el progreso del cual se hablaba hasta entonces, y si lo hace lo hará para mostrar lo negativo de este, lo que sucede detrás de las ganancias económicas, y eso lo vemos en la vida cotidiana de los mineros y de sus familias. Ellos trabajaban duro, muy duro y sin embargo, no recibían nada a cambio; eran los que hacían el trabajo pesado pero e vez de recibir premios morían de hambre, o de algún accidente en la faena. Veamos los siguientes ejemplos:

“No había miedo a evadirse. Entre morir de hambre o aplastados por un derrumbe, era preferible lo último […] En las chozas de los campesinos el hambre asomaba su pálida faz a través de los rostros famélicos de sus habitantes, quienes se veían obligados a llamar a las puertas de los talleres y de las fábricas en busca del pedazo de pan que les negaba el mustio suelo de las campiñas exhaustas.” [ Pág.: 18]

“Los resultados de este sistema no se dejaron esperar. Continuamente había que extraer de allí un contuso, un herido y también, a veces, algún muerto aplastado por un brusco desprendimiento de aquel techo falto de apoyo y que, minado traidoramente por el agua, era una amenaza constante para la vida de los obreros…” [Pág.: 18 – 19]

En ambas citas el autor quiere mostrar el dolor y los sacrificios que padecían los mineros, además de sus precarias condiciones de vida.

Otro aspecto social que nos señala Lillo, es la caridad, la humanidad que hay en cada uno de estos personajes que a pesar de estar en malas condiciones, para ellos no cabe el egoísmo y la frialdad, y comparten lo poco y nada que tienen, con el que lo necesita. En este caso es la madre del “cabeza de cobre”:

“María de los Ángeles añadió a la sopa un pedazo de pan y puso ambas dádivas en manos de la joven, quien se encaminó hacia la puerta, diciendo agradecida: la virgen se lo pagará vecina.” [Pág.: 20]

“En la puerta de los departamentos de las máquinas se presentó, con la pipa entre los dientes, uno de los ingenieros, un inglés corpulento, de patillas rojas y con la indiferencia que da la costumbre, paseó una mirada sobre la escena. [Pág.: 22]

“[…] Se la vio un instante agitar sus piernas descarnadas en el vacío y luego, sin un grito, desaparecer en el abismo. Algunos segundos después, un ruido sordo, lejano, casi imperceptible, brotó de la hambrienta boca del pozo, de la cual se escapaban bocanadas de tenues vapores: era el aliento del monstruo ahíto de sangre en el fondo de su cubil.” [Pág.: 24]

Aquí, en la primera escena que se nos presenta muestra el otro lado del mundo que se vive: la aristocracia. Los que se enriquecen a costa de los más necesitados. Muestran la frialdad y la indiferencia, dejando a la vista la realidad social y clasista que se vivía en la época.

Y la segunda escena es para hacer un contraste. En primer lugar la desesperación que lleva a esta mujer a suicidarse. Era tanto lo que Baldomero Lillo quería denunciar que no pudo usar mejor manera que la desesperación humana ante tales catástrofes. Esta desesperación es totalmente opuesta con la frialdad que refleja la cita anterior. Y en segundo lugar: que esta última cita termina diciendo que el monstruo, que era el pozo, expulsaba un aliento reconfortante por la sangre recibida. Y en contraste las mismas bocanadas de humo que expulsaba el verdadero monstruo: el aristócrata explotador.

"Los conceptos básicos del naturalismo hispanoamericano que se encuentran en el cuento"

Uno de los conceptos básicos del naturalismo hispanoamericano es que el escritor adapta el naturalismo en torno a la educación, para regenerar los sistemas sociales. Quiere mostrar el cambio de curso de la sociedad, para poder mejorarla. Sin duda, este aspecto se ver fielmente reflejado en el cuento de Lillo, porque el lo que intenta es denunciar la realidad social, para que haya una toma de conciencia y una humanización de la concepción del mundo, lo cual se tenía muy ignorado. Él no propone ninguna solución, pero vemos que deja expuestas las situaciones de forma cruda y extremadamente real, para que todos aquellos que lo leyeran se dieran cuenta de lo que sucedía verdaderamente y se hiciera algo por revertir la situación.

El naturalismo hispanoamericano muestra el vivir mismo de las personas, porque el escritor de cierta manera se compromete con su relato y con la sociedad que está reflejando. De esta manera posibilita el cambio en ella. Baldomero Lillo también utiliza este aspecto, en primer lugar porque el relata sus propias experiencias adquiridas de su labor en la pulpería de Lota. Por ende, nos narra hechos que él mismo observa, hechos que suceden a diario en la vida cotidiana de estos hombres.

A diferencia del naturalismo europeo, el hispanoamericano es constructivo y se adapta a las necesidades de las personas. Lo que pretende Lillo es que a través de estas escenas de pobreza e injusticia se puedan reconstruir las bases para una sociedad mejor.

Otro de los aspectos que toma Lillo y que tiene relación con los anteriores, es que el naturalismo hispanoamericano tiene una conducta educativa, y que está ligada a la conciencia social que se quiere mostrar a través de las observaciones que hace el autor. En este aspecto caben las descripciones físicas de los lugares donde se da a lugar el cuento, en este caso en Lota. Se trata de lugares urbanos, porque no se habla ni de campos ni selva, sino de ciudades y de lugares de trabajo.

Por otra parte hay que saber que la idea del naturalismo en Hispanoamérica nace por la necesidad de generar cambios frente al desorden socioeconómico vivido en la época. Y no, por una mera opción estética literaria. Sino con fines reales frente a la sociedad del mundo moderno.

“ Entretanto huían las horas y bajo las arcadas del cal y ladrillo, la máquina inmóvil dejaba reposar sus miembros de hierro en la penumbra de los vastos departamentos; los cables, como los tentáculos de un pulpo, surgían estremecidos del pique hondísimo y enroscaban en la bobina sus flexibles y viscosos brazos; la masa humana, apretada y compacta, palpitaba y gemía como una res desangrada y moribunda y arriba, por sobre la campiña inmensa, el sol, traspuesto ya el meridiano, continuaba lanzando los haces centelleante de sus rayos tibios y una calma y serenidad celestes se desprendían del cóncavo espejo del cielo azul y diáfano, que no empañaba una nube.” [Pág.: 23]

Bibliografía:

- Calderón Alfonso, Lastra Pedro, Santander Carlos; “Antología del cuento chileno”; “Baldomero Lillo: EL CHIFLÓN DEL DIABLO”; Editorial Universitaria, octava edición. Santiago. Chile. 1995.

1 comentario:

Carla dijo...

huachitaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! amiiigaa, como estaaai, weona recien hoy me metide nuevo a mi blog, jajaa asi q recien vi lo q me habiai escrito! no subia nada desde halloween, ahora actualicé! con fotos de san sebastian y de londres! asi q ahi metete a copucharrr, yaaa huachonaaa un beso grandoteee, te quiero demasiadooooooooo!!!!!!!!!! y q rico q estis volviendo a la tecnologiaaa, ya te extrañabamos todossss