agosto 25, 2010

Un hijo es Amor

Nadie nos enseñó a ser padres. Es cierto, pero,  ¿cuán difícil puede ser? ¿cuántos tropiezos se pueden perdonar antes de empezar a hacer las cosas bien?
Yo no lo sé...

Para mí, ha sido una tarea complicada: cambiar pañales, dormir poco, volver a pedir permiso para salir de noche, dedicar cada hora de mi vida a un pequeño ser que depende absolutamente de mí.
Pero todo lo amargo que pueda significar un hijo en mi vida, hoy día en mi condición de estudiante, no se compara a la felicidad completa de tenerlo junto a mí. Aun más, ahora que estoy lejos de él, que lo extraño día a día y anhelo que llegue el viernes; los pañales o la falta de sueño no son nada para mí.
Entonces me pregunto, por qué si yo puedo soportalo, por qué si yo a pesar de lo dificil lo amo, lo amo y no me importa nada más, por qué entonces para quién ha sido todo más facil, para quien no tiene que lidiar con los paseos nocturnos o con las entretenciones diarias, por qué entonces le cuesta tanto amarlo? ¿por qué si su única tarea es quererlo, ni siquiera eso lo hace bien?

Creo que nunca podré entender su abandono, creo que nunca podré comprender su falta de amor. ¡Es que es incomprensible!

Nadie nos enseñó a ser padres, nadie nos entrenó para ello, nadie nos dijo qué o cómo hacer, pero cuando uno ama, las cosas se dan por sí solas, nos equivocamos sí, todos nos equivocamos, pero siempre haciendo las cosas con amor, porque ese ser que llegó a "interrumpir" nuestras vidas, no tiene la culpa y lo único que podemos darles en nuestra condición de jóvenes inexpertos, es el amor y nuestra preocupación porque ellos sean felices.
Y eso, ¿qué significa?
Estar ahí, simplemente estar ahí. Jugar, reir, disfrutar los pocos momentos en que estamos juntos, asistir a las fechas importantes y ser parte de sus vidas. ¡Es tan sencillo!
Entonces, ¿cómo me piden que perdone? ¿cómo me piden que entienda?

Que mi hijo haya cantado su cumpleaños número dos, sin su padre y sus abuelos, para mí es imperdonable, y lo siento por mi franqueza pero no me pidan perdón, ni me den excusas baratas porque nada me hará retroceder ese momento y darle a mi niñito lo que se merecía en ese día.. Debieron estar ahí, debieron amarlo, solo eso, amarlo...